María Eugenia Baptista Zacarias: Herpes zóster o Culebrilla, causas, síntomas y tratamiento

El herpes zóster, conocido popularmente como culebrilla es una enfermedad infecciosa causada por el mismo virus de la varicela, que puede volver a surgir durante la edad adulta provocando una ampollas rojas en la piel, en cualquier parte del cuerpo como cara, tórax y brazos.

La erupción suele situarse en la misma zona donde la afectación de la varicela previa fue más intensa.  Posteriormente, este sarpullido forma rápidamente ampollas, que acaban desapareciendo al cabo de una o dos semanas.

Puesto que el virus que causa el herpes zóster es el mismo que el que causa la varicela, es muy contagioso. Es muy fácil contagiar el virus a otras personas que no sean inmunes a la varicela (como quienes aún no la han contraído ni se han vacunado contra ella). La diferencia es que, en el caso de que se infectaran con este virus, no contraerán el herpes zóster, sino la varicela.


Cualquier persona que haya tenido varicela corre el riesgo de padecer culebrilla. 

Pero este riesgo aumenta a medida que envejece. La culebrilla es más común en personas mayores de 50 años.

Las personas con sistemas inmunitarios débiles corren un mayor riesgo de tener culebrilla. Esto incluye a aquellos que:
  • Tienen enfermedades del sistema inmunitario como el VIH/SIDA.
  • Tienen ciertos tipos de cáncer.
  • Toman medicamentos inmunosupresores después de un trasplante de órgano.
Su sistema inmunitario puede estar debilitado cuando tiene una infección o está estresado. Esto puede aumentar su riesgo de culebrilla.


CAUSAS

Después de contraer varicela, el virus permanece inactivo (latente) en ciertos nervios del cuerpoLa culebrilla ocurre cuando el virus se reactiva en estos nervios después de muchos años. Muchas personas padecieron casos tan leves de varicela que no se percataron de que tuvieron la infección. Con frecuencia, solo se presenta un ataque.

No se sabe con certeza cuál es la causa del zóster, pero podría deberse a la disminución de la inmunidad contra infecciones que se produce a medida que se envejece. El zóster es más frecuente en los adultos mayores y en las personas que tienen el sistema inmunitario debilitado.


SÍNTOMAS

Los signos y síntomas del zóster generalmente afectan solo una pequeña parte del cuerpo. Algunos de estos signos y síntomas son:
  • Dolor, ardor, entumecimiento u hormigueo
  • Sensibilidad al tacto
  • Erupción cutánea de color rojo que comienza unos días después del dolor
  • Ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras
  • Picazón
Algunas personas también presentan:
  • Fiebre
  • Dolor de cabeza
  • Sensibilidad a la luz
  • Fatiga

TRATAMIENTO

El tratamiento para herpes zóster se hace con la utilización de medicamentos antivirales como el Aciclovir, para disminuir la multiplicación del virus, disminuyendo así las ampollas, la duración e intensidad de la enfermedad. También puede ser necesario el uso de analgésicos para aliviar el dolor causado por las burbujas.

Además de esto, se debe tener algunos cuidados como:
  • Lavar diariamente la región afectada con agua tibia y jabón neutro sin frotarlo, secando bien para evitar el desarrollo de bacterias en la piel.
  • Utilizar ropa cómoda, poco apretada y de algodón para permitir que la piel respire.
  • Colocar una compresa fría de manzanilla sobre la región afectada para aliviar la picazón.
  • No aplicar pomadas o cremas sobre las ampollas, evitando que la piel se irrite.
Es importante recordar que para ser más eficaz, el tratamiento debe iniciarse tan pronto como las lesiones en la piel surgen.

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