María Eugenia Baptista Zacarias: 6 consejos para controlar el hambre y la ansiedad

Cuando padecemos algún desorden alimenticio, casi siempre están detrás las emociones. 

Así, la ansiedad por comer, puede ser el resultado de diversas condiciones que hay que esclarecer. 

A menudo, está el estrés, así como los problemas relacionales, y sobre todo, esos estados de ánimo donde la ingesta de alimentos actúa como comportamiento catártico, mermando en muchos casos, la propia calidad de vida.

El hambre y las emociones tienen un vínculo directo. Algo bastante común es sentir el deseo o la necesidad de consumir productos poco saludables, como aquellos ricos en excesivas grasas saturadas, alto contenido en sal o azúcar. El cerebro en dichos casos alivia de ese modo la sensación de ansiedad, sin embargo, luego viene la sensación de malestar y culpabilidad.

Esperar demasiado para comer no es recomendable, pues esto hace que a la hora de comer se coma en exceso y de forma compulsiva. 

El hambre no es consecuencia de alteraciones de los horarios pero la ansiedad y el apetito incontrolable si, además que el hambre es una sensación fisiológica normal, pues el cuerpo necesita de la comida para funcionar correctamente.


Esto son algunos tips a los que puedes recurrir cuando aparecen esos ataques de hambre psicológicos.

• Hacer ejercicio: Es imprescindible mantener la mente Salir a hacer ejercicio es, aparte de la opción más sana, una de las opciones que más conseguirá que liberes ese estrés y, aunque durante el ejercicio, pienses en tus problemas, una vez llegues a casa te sentirás más libre y realizada.
• Beber agua: Para evitar la tentación de comer azúcares o carbohidratos en exceso, es recomendable desviar la mirada al agua, beber tranquilamente dos vasos bien llenos y al instante se notarás que esas ganas de comer se han quitado por estar lleno de líquido.
• Masticar: Para calmar la ansiedad de comer chucherías opta por comer cosas sanas, como una manzana, chicle sin azúcar (es la mejor opción porque es la que más dura) o zanahoria. La cosa es tener la mente ocupada.
• Leer: Siempre es un buen aliado para la ansiedad. En cuanto te metes en la historia se te pasan esas ganas de atacar la nevera.
• Stevia en lugar de azúcar: Este endulzante natural, mucho más dulce que el azúcar pero con cero calorías, regula los niveles de glucosa en sangre y la presión, reduce la ansiedad por comer y evita la acumulación de grasas.
• Menos bebidas excitantes: café, té, bebidas gaseosas azucaradas al beberlas se siente que el cuerpo está activo. Pero luego, esa activación se convierte en más ansiedad. En cambio, tomar un vaso de leche la aplaca. Y el zumo de tomate natural calma el hambre a deshoras.